Después de un primer día rápido y sin incidentes, y de un segundo día pasado por agua, hoy se ha producido el primer accidente en los entrenamientos de cara a las 500 millas de Indianápolis. El protagonista ha sido Spencer Pigot, vigente campeón de la Indy Lights y que busca disputar la carrera por primera vez.
Poco después de empezar la tercera de las seis horas de pruebas del día, el rookie norteamericano, de 22 años, perdió el control de su bólido en la curva 1. El coche se le fue de atrás y dio un giro de 180º grados para impactar con el lado izquierdo del coche en el muro.
Su monoplaza hizo amago de levantarse del suelo, algo que sucedió hasta en 3 ocasiones el año pasado, pero las medidas de seguridad implementadas para evitar estos casos (suelo en forma de domo, flaps en los cubreruedas traseros) funcionaron a la perfección y el coche bajó casi inmediatamente al suelo, para después arrastrarse hasta el interior de la curva 2.
Pigot salió del coche por su propio pie sin ningún problema y fue rápidamente examinado de forma exitosa en el centro médico. Pigot había rodado en 223 millas por hora como mejor promedio durante el día, y completó la vuelta anterior en 219 mph, lo que hace indicar que quizá rodaba en modo de simulación con altas cargas de gasolina.