Las declaraciones del expiloto de Monster Yamaha Tech3 a la web oficial de MotoGP.com dejan entrever que no se le verá pilotar en un futuro muy cercano. La enfermedad que sufre, el Síndrome de Gilbert, no tiene síntomas y una de sus consecuencias es la subida del nivel de bilirrubina en sangre al estar expuesto a condiciones de esfuerzo excesivo, estrés o insomnio. Estos tres casos pueden darse con facilidad en un competidor de élite, por lo que su recuperación no está siendo nada sencilla.
"No he sido capaz de mejorar lo que esperaba, a estas alturas no me siento capaz de pilotar una MotoGP al 100%. Espero volver algún día". Con estas palabras, demostraba que la recuperación está siendo más lenta de lo que se pensaba en un primer momento. Situación que se acentúa con la llegada del Gran Premio de Alemania, su circuito de nacimiento, donde ha cuajado buenos resultados durante su trayectoria deportiva.
Su futuro es incierto aunque no se cierra dar un paso atrás y probar en una categoría intermedia como Moto2. "Probé la Triumph con los chicos de Kalex: quería ver cómo ha cambiado el chasis y la electrónica. He visto que es un proyecto joven pero que está dando grandes pasos". Su recuperación es imprescindible para que se sienta capaz de volver a darlo todo encima de una moto: "En el momento en el que me sienta fuerte para realizar una temporada, dos o más, volveré a las carreras"