La pretemporada no ha empezado como Honda deseaba. La marca japonesa puso en pista por primera vez su moto de 2017 este lunes, en la primera jornada de entrenamientos en Sepang, y las sensaciones no han sido las esperadas. Tanto Marc Márquez como Dani Pedrosa han detectado problemas en la máquina con la que buscan triunfar este año.
En el lado del box del vigente campeón del mundo, los defectos de la Honda se revelaron en sus primeras declaraciones. Ayer, Márquez fue preguntado por la situación del motor, y si éste daba lo que él pedía, a lo que respondió lo siguiente: “De momento, no, aunque hemos trabajado para mejorar la aceleración, y la velocidad, donde hemos mejorado un poco. El problema de la aceleración es que si no la podemos utilizar, no es necesario tener más potencia.”
Sin embargo, su compañero de equipo estaba aún peor. Dani Pedrosa tuvo problemas con una de las dos especificaciones del motor que Honda ha llevado a Sepang para probar, y para desgracia de la marca, “no hemos encontrado el motivo de los problemas, y tampoco tenemos mucha idea sobre ellos.”
La premisa del equipo para el día de hoy era solucionar estos problemas, pero se han reproducido en las motos que el 93 tenía preparadas. El piloto se perdió gran parte de la sesión, variando mucho su programa de pruebas. Así lo explicó: “Hemos tenido muchos problemas, y me ha costado mucho hoy. Nada más salir, he tenido un problema que me ha mantenido bastante tiempo en el garaje. Luego, he salido con la otra moto y he tenido otro problema.”
Este conjunto de contratiempos no se quedó ahí: “Al final, parecía que todo se iba solucionando, y cuando he salido para tirar con neumáticos nuevos, he tenido otro fallo, también de electrónica.” Pese a esta mala jornada, Márquez se mantiene optimista: “Mejor que los problemas pasen ahora, y no durante la temporada. Estamos aquí para trabajar, para evolucionar, y cuando pasan estas cosas, sólo nos queda tener paciencia. Seguro que las cosas irán saliendo mejor.”
Además, tanto Márquez como Pedrosa tienen algunas razones para contentarse. El primero afirma que el ritmo de la Honda “no es malo”, y el segundo comentó que “hoy hemos mejorado algunos detalles de la puesta a punto al 50%. Todavía no estamos donde queremos estar, pero es un paso adelante.”
Así, Honda espera tener una última jornada de entrenamientos sin sobresaltos el día de mañana, para seguir con el desarrollo de la moto, encontrar el camino, y no quedarse descolgados con respecto al resto de fábricas, que no han sufrido tantas complicaciones.