Jorge Lorenzo disputará este fin de semana su primera carrera con Ducati. Tras 9 años vistiendo el azul de Yamaha, el mallorquín decidió cambiar al rojo, una decisión arriesgada. En la pretemporada ya finalizada, el 99 ha tenido problemas de adaptación a su nueva moto, aunque lo cierto es que se espera que este año esté en la lucha, al menos, por la victoria en algunas carreras, como la de Qatar, si la lluvia finalmente permite su disputa.
En unas declaraciones realizadas a ‘Autosport’, Lorenzo ha declarado, al ser preguntado por la ayuda de los miembros de Ducati con respecto a su adaptación a la Desmosedici GP17, que ha salido ganando con el cambio: “Solía ver el garaje de Márquez lleno de ingenieros, yo lo pedía en Yamaha pero nunca vinieron, y es algo que me habría gustado cambiar allí. En Ducati me tratan con un tipo de admiración, y en Yamaha me sentía como un empleado más.”
Además, el balear añade: “Podía ser una pieza importante del proyecto de Yamaha, sí, pero en Ducati me respetan y me admiran más. Ellos saben que me contrataron para desarrollar una máquina mejor, y dar un paso adelante en el rendimiento.”
Por otra parte, Lorenzo también habló sobre Gigi Dall’Igna, director técnico y director general de Ducati, además de ser una de las personas con las que el español coincidió en su etapa de 125cc y 250cc. Así lo describe: “A pesar de ser italiano, de sangre caliente, Gigi es frío, perfeccionista. Es una mezcla de alemán, japonés e italiano, creo que con su método Ducati ha cambiado mucho desde que llegó.”
“La principal diferencia con Yamaha es que Gigi está a un nivel diferente del resto de ingenieros, pero no puedes verlo porque está completamente integrado en el grupo. Cuando el piloto entra, tanto él como el reto están de rodillas para escucharlo, y en Yamaha, los mejores ingenieros no tienen mucho contacto con el trabajo en el garaje. Dall’Igna es una persona mucho más cercana, y que hace posible resolver problemas muy rápidamente”, zanjó el 99.