La mejora de Jorge Lorenzo a lo largo de esta temporada es una realidad a los ojos de cualquier espectador. La temporada pasada y el comienzo de la actual fue un periodo de adaptación que ha comenzado a dar sus frutos en los últimos meses. Las victorias en Cataluña e Italia dieron un punto de motivación y confianza necesario para afrontar de la mejor manera lo que quedaba de campeonato. Esa mirada desafiante del piloto español podía verse en las últimas carreras, justo después de que se hiciese oficial su fichaje por Honda.
En Assen demostró un potencial abrumador, adelantando hasta ocho posiciones en una salida perfecta. Finalmente, la degradación en los neumáticos no le permitió finalizar entre los cinco primeros pero su potencial quedó demostrado. Su balance de la carrera en territorio holandés es positivo: "En Assen, por ejemplo, donde últimamente no había logrado buenos resultados, estuvimos liderando la carrera durante muchas vueltas y acabamos cerca del podio. El caso de Sachsenring será parecido, un circuito donde teóricamente nos tocará sufrir porque tanto a mi como a la Ducati nos ha costado, pero donde intentaremos sacar el máximo provecho de todas nuestras armas. Será clave entender con qué tipo de setting saldremos el viernes para empezar fuertes el fin de semana”
A priori, Sachsenring no es un circuito acorde a las condiciones de la Ducati (como tampoco lo era Assen) aunque Lorenzo se muestra ambicioso y confía en las posibilidades de la Desmosedici de cara a la carrera: "Llegamos al ecuador de la temporada con un balance bastante positivo, hemos ido creciendo con el paso de los meses, trabajando bien y creo que ahora tenemos un paquete competitivo que nos permite ser competitivos en todo tipo de circuito".