Después de dos semanas de parón donde analizar todo lo que dio de sí la primera carrera, el campeonato de MotoGP vuelve a la actividad en Termas de Río Hondo. Para Jorge Lorenzo será una oportunidad de desquitarse del abandono en el Gran Premio de Qatar y demostrar que cada día se encuentra más cerca de dar su mejor nivel con la Ducati.
El mallorquín sufrió un problema en los frenos que le obligó a tirarse de la moto, incidente que ya ha sido analizado y solucionado por Brembo. Este revés vino cuando el mallorquín rodaba a su mejor ritmo, recortando décimas a quienes le precedían.
“Después de la decepción de Qatar, lo más importante es entender lo que pasó para que no se repita más", afirma Lorenzo. "No vale la pena darle más vueltas. Lo importante es seguir trabajando como hasta ahora y creo que estamos cerca de encontrar un buen setting que se adapte al máximo a mis características".
A priori, el Circuito de Termas no es el mejor escenario para el #99. En las cuatro ediciones disputadas hasta la fecha, solo subió al podio en 2014, y en las dos últimas ni siquiera pudo terminar, por lo que pocas referencias positivas tiene a las que agarrarse.
Sin embargo, el piloto de 30 años –que el próximo día 10 sacará a la venta su nueva biografía escrita por él mismo– asegura que no se fija en los precedentes y que cada vez que llega a un circuito, lo hace con la idea de que puede lograr el triunfo.
"Estoy trabajando muy duro y estoy convencido que los resultados llegarán. Es verdad que mis antecedentes en Argentina no son muy positivos, pero mi mentalidad es pensar que no hay pistas ni buenas ni malas. Cuando voy a un circuito, siempre pienso que puedo lograr la victoria. Todo es posible en MotoGP. El Mundial es muy largo y hay que pensar en positivo", zanja el de Ducati, que está a punto de poner fin a su colaboración con Álex Debón.