El suizo debutará en MotoGP con 31 años, una edad muy poco habitual en los últimos tiempos, cuando hemos visto a pilotos con 20 años llegando a la categoría reina.
Luthi ha estado desde 2010 en Moto2, y aún tres años más, de 2007 a 2009 en la antecesora categoría de 250cc, a la que promovió tras un lustro en 125cc (2002-2006).
Esto otorga al nuevo piloto del Marc VDS una amplísima experiencia en el Mundial, pero absolutamente nula en MotoGP, donde sólo acumula los pocos kilómetros que dio en el pasado test de Sepang, ya que no pudo estar en los ensayos de Valencia y Jerez de noviembre, por una lesión. Concretamente, Luthi registró 157 vueltas en este primer test de pretemporada, algo más de 870 kilómetros.
Pese a que sigue recuperándose de la dolencia que le impidió terminar la pasada temporada, el suizo admitió que no le afectó en el rendimiento durante los test, en los que fue sólo el 25º con un tiempo de 2.01.126, mientras su nuevo compañero y también debutante, Franco Morbidelli, alcanzaba un tiempo de 2.00526, ambos lejos del 1.58.830 que dejó como referencia Jorge Lorenzo.
Luthi admite que todavía tiene “el estilo de Moto2 en mi pilotaje”, y que “me llevará más tiempos adaptarme a MotoGP”.
“Realmente trabajo en cada vuelta, incluso en cada curva para cambiar esa forma de llevar la moto, es un trabajo muy importante”. El suizo señala el neumático delantero Michelin como uno de los puntos más complicados a la hora de aclimatarse a MotoGP tras tantas temporadas con los Dunlop.
“Es difícil tener la sensación adecuada, especialmente con la parte delantera de la moto, muy complicado porque es muy diferente la goma delantera con respecto a la de Moto2”.