Hoy, en el nuevo circuito de Buriram (Tailandia), Márquez ha logrado una victoria espectacular cuando, al entrar en la última curva muy pronunciada, Dovizioso era líder, pero por fuera, se ha abierto un poquito, y el tetracampeón catalán ha podido tumbar su Honda por dentro, levantarla como la levanta cuando hace esas ‘salvadas’ milagrosas, enderezar la moto y abrir gas a tope, consiguiendo una milésima de segundo por cada uno de los 115 metros que separaban la última curva de la línea de meta. Exactamente así: 115 metros de distancia y 115 milésimas de segundo de diferencia entre Márquez y Dovizioso.
Con este séptimo triunfo de la temporada (Austin, Jerez, Le Mans, Assen, Sachsenring, Motorland y Buriram), Márquez tendrá la oportunidad de proclamarse campeón en la carrera de Japón, dentro de quince días en Motegi, donde ya consiguió dos cetros mundiales delante de sus jefes de Honda. Solamente con quedar por delante de ‘Dovi’ en esa carrera, no importa la posición, se proclamará pentacampeón del mundo de la categoría ‘reina’ e igualará la marca del mítico australiano Mick Doohan, que hoy ha sido el primero que le ha felicitado en Buriram.
La carrera ha sido un paseo para Dovizioso, Márquez y también, también, un espectacular Valentino Rossi (Yamaha) , que ha terminado cuarto, y también, también, para Maverick Viñales (Yamaha), que, viniendo desde detrás , ha terminado en el podio. Rossi y Viñales siguen sin ganar, son ya 24 grandes premios sin subir a lo más alto del podio, pero hoy han mejorado muchísimo con lo que se esperaba en este circuito antes del fin de semana.