Márquez se vio obligado a pasar por la Q1 después de no superar el corte en el FP3, donde además se cayó por segunda vez este fin de semana. Aunque Lorenzo confirmó su favoritismo en la Q2, el de Honda a punto estuvo de dar la campanada y tan solo 66 milésimas le separaron de la pole.
El catalán tuvo que abortar su último intento cuando atrapó a Petrucci y no pudo superarlo, aunque reconoce que el italiano no influyó para que solo pudiera ser segundo.
"Una décima no se la recuperaba a Lorenzo", confesó Márquez. "Ha sido un gesto de enfado conmigo mismo, pero estoy contento".
El piloto Honda a punto estuvo de caerse de nuevo al final del libre 4, y tan solo otra increíble salvada evitó que rodara por el asfalto por tercera vez este fin de semana.
"He tenido tiempo hasta de pensar. Santi [Hernández, jefe de mecánicos] me había rogado que no me cayese porque había que ir a la Q1 y Q2. Me he mantenido calmado todo el entreno menos la última vuelta y la última curva, que casi la lío. Lo he salvado solo con la rodilla. Algo estamos haciendo que cada vez es más. Tengo la suerte de que soy muy flexible, de naturaleza", explicó.
"Va rápido, pero sufriendo vamos llegando. Jorge es el favorito, no es por quitarle presión. Su paso es mejor, pero no estamos lejos, a esa décima o dos que a lo mejor se puede suplir si encontramos alguna pequeña cosa".
Con 23 puntos sobre el segundo, Rossi, y 54 sobre Lorenzo, Márquez es consciente de que una caída mañana pondría el campeonato patas arriba y podría meter al de Ducati de lleno en la lucha por el título si repite el resultado de Mugello.
"Si fallo están ahí. Salgo con la intención de encontrar las buenas sensaciones y luchar por la victoria. Veremos dónde puedo llegar. El podio es factible. Para ganar se tienen que alinear las cosas. Hace dos carreras Honda parecía una súper moto, y esto es el campeonato del mundo. Hay pistas donde vas mejor, otras peor. Llegaremos a otras donde va mejor la Honda", zanjó.