Marc Márquez sacó el máximo rendimiento de su moto y puso toda la carne en el asador para intentar disputarle la victoria a las Ducati. El piloto catalán repetiría la batalla del año pasado en este Gran Premio pero con un protagonista distinto. Su próximo compañero en Honda, Jorge Lorenzo, sería su rival en el día de hoy y le ganaría la partida por la gran diferencia de rendimiento a la hora de acelerar en las rectas.
El propio Márquez esperaba jugársela contra Dovizioso ya que creía que tenía mejor ritmo. “Hoy disfruté. Lo di todo. Hubiera sido más fácil dejar ganar a Lorenzo, pero pensé que tocaba atacar. Podría haberme quedado allí, gestionando la diferencia con Dovi, pero ese no es mi estilo y creo que el aficionado lo agradece. Yo, cuando me veo que más o menos puedo, lo tengo que probar”. Al de Cervera no le quedó otra que tirar durante gran parte de la carrera. “Lorenzo no quería tirar desde el principio porque en la vuelta de reconocimiento lo vi muy lento, para reservar gasolina. Eso me hizo cambiar la estrategia y tirar, porque al haber elegido la goma trasera más dura sabía que me iba aguantar”.