Marc llega con tranquilidad al Gran Premio de Austria ya que cuenta con una gran distancia respecto a sus perseguidores en la lucha por el Mundial. Pese a su gran ventaja, Márquez demostró su ambición en el test de Brno que se realizó tras la carrera. El catalán dio 77 vueltas, el que más de todos los pilotos que participaron. Su explicación es clara y concisa. “Tocaba hacerlo, hacía mucho calor, pero cuando ves que la fábrica te responde y trae muchas cosas para probar hay una motivación extra, por eso di tantas vueltas”.
Márquez está muy contento con su equipo al estar trabajando muy duro para satisfacer todas sus peticiones. “En Honda ha habido cambios, es una fábrica muy grande, como fue el cambio de motor, eso llevó un tiempo. Ahora, poco a poco vamos probando cosas para ver en qué dirección hay que ir. Pero se está trabajando porque los demás, sobre todo Ducati, aprieta mucho”.
El español espera hacerles frente a las Ducati en uno de los circuitos que peor rendimiento sacan de la Honda. Se conforma con que la carrera tran"Creo que el año pasado llegaba aquí con dudas, a ver si podía hacer podio, a ver a cuántos segundos terminaba del primero, y este año llegamos con una dinámica completamente diferente. A lo mejor llega el domingo y nos metes un churro y no podemos seguirles, pero vamos a trabajar duro para llegar con opciones a la última curva, a ver si tenemos una nueva ocasión”.