El inicio de la temporada hace dos semanas en Qatar fue altamente positivo para los pilotos de la VR46 Riders Academy, empezando por el propio Valentino Rossi, que alcanzó el podio en la carrera de MotoGP, y siguiendo por el más que positivo debut de Franco Morbidelli en la categoría reina o el dominio de Pecco Bagnaia y Lorenzo Baldassarri en la carrera de Moto2.
En una entrevista concedida hace unos días a La Gazzetta dello Sport, Rossi hablaba de ese buen inicio para su grupo de pilotos.
“Está yendo todo muy buen. No diría que estoy sorprendido, sino orgulloso de haber creado alguna cosa en la que los chicos creen mucho”, explica el italiano.
“Se sienten muy implicados en el proyecto y con casi 40 años yo también le estoy poniendo todo mi empeño para dar más de mí. Estamos recogiendo unos frutos mejores de lo que esperábamos”, añade.
Rossi destacó especialmente el debut de su gran amigo Morbidelli en la categoría reina.
“Hizo un gran debut. Este año será difícil, tiene una moto muy complicada. Pero demostrará que es un verdadero piloto, que se merece un puesto en un equipo oficial o, al menos, una moto para poder ganar”.
Esa posibilidad podría llegar ya el próximo año con el acuerdo del Marc VDS y Yamaha para heredar las motos del Tech3.
“Podría ser, me gustaría ver a Franco sobre una Yamaha. Y aún más le gustaría a él”, avisa ‘il dottore’.
Entre los alumnos de la academia se encuentra el hermano de Valentino, Luca Marini, noveno en la carrera de Qatar de Moto2. Ahora que el italiano ha renovado hasta 2020 no descarta poder competir juntos en pista en la máxima categoría pese a que les separan 20 años.
“Una vez lo dije en broma, que no iba a parar hasta que corriera contra mi hermano. Parecía absurdo, pero ahora… ¿quién sabe?. Pero Luca tiene mucho trabajo por delante para hacer”, concluye el de Yamaha.