Valentino Rossi ha comenzado la pretemporada con sobresaltos. El italiano llegó al box de Yamaha casi dos horas más tarde de lo previsto, a causa de un fuerte dolor de cabeza que le obligó a quedarse en la cama hasta que éste remitiese. Esta situación provocó que el 46 no pudiera estar al máximo durante el día, lo cual no le privó de realizar pruebas de la moto en la pista, y transmitir buenas sensaciones al equipo, aunque bien es cierto que no se tradujeron en la tabla de tiempos, ya que acabó octavo a más de un segundo del más rápido del día, Casey Stoner.
Y es que Rossi ya avisó después de los entrenamientos privados celebrados en Noviembre, también en Sepang, y en la presentación de Yamaha hace dos semanas que la moto prometía, pero esta afirmación se quedaba corta. Así lo comentó: “El primer sentimiento no fue malo, porque en esta sesión tuvimos las dos motos ‘reales’ que usaremos durante el campeonato, y son mejores que el primer prototipo que probamos en Noviembre, desde muchos puntos de vista. En Japón han trabajado muy bien, se nota mucho en el motor y en la electrónica.”
El bicampeón del año pasado comentó más al respecto de la M1 con la que contará en la temporada 2017: “La moto es muy similar a simple vista, pero en realidad ha cambiado mucho. El prototipo de Noviembre era una mezcla de piezas, mientras que ahora ya tenemos todas las de este año, y van muy bien.”
Sin embargo, Yamaha y el resto de equipos tuvo que parar las pruebas a causa de la lluvia, que no resultó inesperada. Mañana, tocará seguir con el trabajo en pista, en un día en el que lo más interesante será un nuevo chasis, “rediseñado a partir de las directrices que dimos”, según avisa Valentino.