Valentino Rossi fue uno de los pilotos que se fueron al suelo el pasado domingo, durante el accidentado Gran Premio de las Américas, en el Circuito de Austin. Su caída arruinó un fin de semana en el que clasificó en primera línea de parrilla y, además, en el que consiguió un buen ritmo de carrera que le hubiera permitido luchar por entrar en el podio.
En palabras del propio Rossi, unos problemas con el embrague complicaron su carrera desde la salida: "Es una lástima porque, al inicio de la carrera, quemé el embrague, desafortunadamente. Estaba en la tercera posición, pero el embrague deslizó bastante, así que tuve que ir más despacio para intentar recuperarlo, por lo que perdí algunas posiciones. Cuando tuve la sensación de que estaba volviendo a funcionar, entré en la curva 2, y creía que no iba demasiado rápido, pero viendo el resultado final, tal vez sí que lo era..."
El piloto nacido en Tavullia se lamentó de que su caída arruinara todo el trabajo del equipo realizado durante el fin de semana: "Cuando no iba rápido me sentía bien con la moto, igual que todo el fin de semana, porque habíamos trabajado muy bien. Hemos perdido puntos para el campeonato y podríamos haber hecho una buena carrera." Sin embargo, el nueve veces campeón del mundo se mantiene motivado y con la mirada puesta en el próximo Gran Premio, en España, el primero en suelo europeo: "El lado positivo es que somos fuertes y muy rápidos, así que estamos preparados para Jerez."
La caída del domingo supuso para Valentino Rossi la primera desde su accidente en el Gran Premio de Aragón del año 2014. Por tanto, se rompió una racha de más de 20 carreras sin abandonar una carrera debido a una caída. En el campeonato del Mundo, Valentino Rossi es tercero, a 33 puntos del líder del Mundial, Marc Márquez, y a 12 de su compañero de equipo, Jorge Lorenzo.