Sí hay una categoría que lo pasa mal cuando las condiciones climatológicas se complican es sin duda la categoría Prototype Challenge. Esta categoría no solo cuenta con el elenco más ámplio de pilotos amateurs sino que además el vehículo carece de cualquier tipo de ayuda tanto en aceleración como en frenada, que ya lo convierten en difícil de pilotar en condiciones ópticas, y prácticamente en un suplicio bajo el agua.
No es de extrañar que de los ocho vehículos presentes, dos decidieran no salir a pista para evitar un accidente, y otros marcaran tiempos ridículamente lentos. Y de entre los que si salieron a competir, se llevó la palma Johnny Mowlem, del equipo BAR1 Motorsport. El británico consiguió una vuelta rápida en 2’05’’708, nada menos que 1’’734 más rápido que el JDC Miller pilotado por Stephen Simpson y el BAR1 de Ryan Eversley.
A más de 5’’ finalizó el Performance Tech Motorpsport pilotado por James French, y a unos incomprensibles 14’’ el Starworks Motorsport con Alex Popow al volante. La palma se la llevó el segundo Starworks con Sean Johnston al volante, el cual, con cuatro vueltas completadas, quedó a 22’’542 del tiempo de Mowlem.