La lluvia no cesó durante toda la sesión de clasificación, por lo que a la llegada de los Prototipos, la pista se encontraba completamente anegada de agua, tanto, que no solamente los vehículos GTLM se llevaron el mejor tiempo, lo cual era esperable, sino que dejaron al mejor prototipo a más de 4’’, lo cual es una auténtica barbaridad.
El ruso Mikhail Aleshin consiguió el mejor tiempo a bordo del BR01 Nissan de SMP Racing tras parar el cronómetro en 2’05’’793, bajándole en 325 milésimas el tiempo al brasileño Luis Filipe Derani, el cual había liderado la sesión durante la primera mitad a bordo del Ligier JSP2 Honda de Tequila Patrón ESM. Oswaldo Negri, a bordo de un LMP2 similar pero dentro del equipo de Michael Shank se quedó a solo 19 milésimas de batir a su compatriota, conformándose finalmente con la tercera posición.
Ricky Taylor fue el más rápido entre los Daytona Prototype. El de Konica Minolta Corvette for Wayne Taylor Racing consiguió, no sin dificultades, una vuelta rápida en 2’07’’966, a más de 2’’ del mejor LMP2. Tras el ganador de las 24h de Le Mans, otro ganador, Alex Wurz, que con el Ford Riley se fue a casi 3’’ de tiempo.
Todos los vehículos, y especialmente los DP protagonizaron numerosas salidas de pista. Scott Dixon estuvo cerca de acabar en el mismo lugar que el Ferrari 488 de Bruni, aunque para su fortuna evitó el muro, eso sí, rozando entrar peligrosamente en la pista en dirección inversa.
Mención especial a los Mazda LMP2, que aunque han mejorado en potencia, aún tienen mucho trabajo por delante en tema de entrega de potencia y electrónica, pues sus pilotos sufrieron muchos problemas a la hora de pisar el acelerador, acabando Tom Long a 7,5’’ y Tristan Nuñez a más de 10’’. Don Panoz decidió directamente no sacar el Delta Wing a pista para evitar males mayores.