Fernando Alonso no pudo reeditar su gran alegría de hace una década en Fuji. Aquel sorprendente triunfo con el R28, a las órdenes de Flavio Briatore, aún pervive en la memoria de los aficionados japoneses, siempre entusiastas con el bicampeón mundial de la F1. "Hemos tenido mala suerte", ratificó el español, recordando la reagrupación del coche de seguridad, que hizo perder al Toyota "un minuto y 16 segundos, de repente, de una vuelta a otra".
"El coche no iba genial y sufrimos mucho con subviraje en las curvas rápidas. En el último sector tampoco íbamos muy bien", analizó Alonso sobre el rendimiento del TS050 Hybrid, que "quizá no tenía la velocidad de otras veces". Ello sumado, a "tres o cuatro coincidencias" que jugaron en su contra, frustraron cualquier intento de repetir los éxitos de Spa y Le Mans. Pese a todo, el ovetense admitió sentirse "contento" tras "un día positivo". "No teníamos el ritmo suficiente cuando se reagrupó la carrera, así que sólo queda felicitarles. Perdimos por mala suerte. Cuando seamos más rápidos supongo que ganaremos", remachó el asturiano, que este domingo parte ya hacia Austin, donde el próximo fin de semana disputará con McLaren el GP de EEUU de F1.
Para la próxima parada del Mundial de Resistencia habrá que esperar hasta el 18 de noviembre, con las Seis Horas de Shanghai. "Estamos listos para China", vaticinó el compañero de Kazuki Nakajima y Sebastien Buemi."Podíamos haber ganado la carrera pero espero que la próxima vez tengamos un poco más de suerte que compense lo de hoy".