Pasados 45 minutos del día 18 de junio, poco parecía ponerse en el camino de un triunfo de Toyota. El coche número 7 encabezaba con un cierto margen sobre el 1 de Porsche, y el número 9 resistía en pista en tercera posición, a un giro, esperando abandonos o la posibilidad de recuperar la vuelta perdida. Poco más de media hora después, las caras de absoluta devastación e incredulidad en el garage del fabricante nipón contaban la historia. Toyota había perdido a sus dos unidades de cabeza y, un año más, sus opciones de triunfo se desvanecieron de forma dramática.
Todo se desencadenó con una serie de incidentes pasada la medianoche, en especial del Ford #66 de Olivier Pla. La gran cantidad de restos de gravilla en pista a raíz de ésta y otras salidas previas, sumada a varios pinchazos, forzó el primer periodo de Safety Car de la prueba. Al relanzarse la prueba, Kamui Kobayashi, al volante del #7, no pudo engranar segunda. Su coche había sufrido un fallo terminal en el embrague y debía recorrer 13 kilómetros en primera. Durante 22 agónicos minutos, el nipón trató de regresar a su box, sufriendo varias paradas técnicas y reinicios, antes de rendirse por completo pasada Arnage. Estando a una vuelta del Porsche #1, todas las opciones recaían en el #9.
No obstante, Le Mans decidió que no sería el caso. Al relanzarse la prueba, se produjo una colisión entre el Manor #25 de LMP2 pilotado por Simon Trummer, y el Toyota que pilotaba Lapierre. Trummer sufrió un severo accidente del que salió ileso y, aunque el Toyota pudo continuar, lo hizo con numerosos daños en el tren trasero. La misma historia que Kobayashi, pero a algo más de velocidad. 15 minutos después, y a falta de las dos chicanes finales, con la meta a la vista. La imagen del Toyota y de Lapierre sumidos en la oscuridad relataban la situación mejor que mil palabras.
La carrera, por tanto, ha quedado vista para sentencia cuando quedaban 13 horas. Llegados al ecuador de la misma, Nick Tandy, rodando en unos conservadores tiempos por debajo de 3:30, lideraba la prueba en el Porsche #1 con total parsimonia y 9 vueltas de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el Rebellion #31 que Nicolas Prost ha pilotado durante la noche. El #13, por su parte, libra la batalla en la distancia con el #38 de Jackie Chan DC Racing por la segunda posición de LMP2 que, a su vez, es la tercera del podio absoluto... siempre y cuando el Porsche #2, con problemas al principio de la prueba, no recupere las 8 vueltas de déficit con ellos.
GTE Pro sigue siendo coto de caza privado de Aston Martin en esta primera mitad de prueba, con Richie Stanaway en el #95. No obstante, su ventaja sobre el #97 era de apenas tres segundos, y el ritmo de los Porsche y los Ferrari puede suponer una amenaza a corto plazo. Por su parte. GTE Am está controlada por el Ferrari #84 que alinea JMW Motorsport, en el que Dries Vanthoor cuenta con una ventaja significativa. En Revista SafetyCar, seguiremos los progresos a lo largo de toda la madrugada en nuestro directo.