Hace ya más de tres años que se vio obligado a abandonar los circuitos como piloto, pero el lado competitivo de Dario Franchitti aún no se ha ido. El piloto escocés, tetracampeón de IndyCar (2007, 2009-11) y tres veces ganador de las 500 millas de Indianápolis (2007, 2010, 2012), sufrió un grave accidente en 2013 en el circuito urbano de Reliant Park, durante la última vuelta del Gran Premio de Houston, cuando su monoplaza impactó contra una valla tras colisionar con Takuma Sato,
Franchitti sufrió lesiones en dos vértebras, además de una conmoción y una cierta pérdida de memoria, y las posibles consecuencias de un nuevo accidente le hicieron retirarse un mes después. Detrás, quedaron sus 31 victorias y sus 89 podios en la categoría. Pero Franchitti, a sus 43 años, se ha mantenido conectado al mundillo como comentarista y asesor, tanto en IndyCar como en la Fórmula E. Sin embargo, su destino automovilístico podría haber sido muy diferente de no haber tenido semejante accidente, y no sólo por el hecho de dejar de competir en IndyCar.
En una entrevista en Autosport International, el ex de Andretti y Ganassi ha contado que su gran anhelo era disputar las 24 horas de Le Mans, y confesó que había llegado a un acuerdo con Andreas Seidl, jefe de equipo de Porsche, para ponerse al volante de uno de sus LMP1 en 2015, una vez el escocés hubiese abandonado la IndyCar, pero que el accidente de Houston impidió que esto llegase a producirse. Cabe destacar que, en 2015, Porsche reclutó a Mark Webber, que acababa de retirarse de la Fórmula 1.
"Me habría gustado hacer Le Mans, ese era mi gran sueño. De hecho, tenía un gran volante asegurado para 2015 en LMP1", cuenta Franchitti. "Soy un gran fan de Porsche, mi teléfono está literalmente lleno de fotos de Porsches, en mi garaje hay un par de ellos, y me encanta la marca. Me hice amigo de Wolfgang Hatz, su jefe de I+D, le hablé un poco de ello y me dijo que viniera. Así que fui a Weissach y tuve una reunión super secreta con Andreas Seidl y su gente. Les dije que quería una oportunidad más en Indy, que quería hacer 2013 y 2014 y que entonces dejaría la IndyCar y me vendría, y me dijo que eso estaba bien, y que encajaba en sus planes. Simplemente, no pasó".
Franchitti era un habitual de las 24 horas de Daytona, carrera que ganó en su primera participación en 2008, y en la que compitió hasta 2013. Contaba con mucha experiencia al volante de coches cubiertos: no en vano, antes de elegir la CART a ser probador de McLaren en F1, compitió en el DTM en 1995, y en su sucesora ITC en 1996, además de algunas participaciones en la American Le Mans Series entre 2007 y 2009 (siendo segundo en las 12 horas de Sebring de 2007) y su fallido paso por la NASCAR Cup Series en 2008 con un coche bastante pobre.
Por otro lado, Franchitti descarta en absoluto volver a competir, ya que podría "sufrir daños permanentes" y se considera "afortunado". Dice haber pasado página de la mentalidad de piloto y afirma que "lo que antes me parecía normal todos los días no es normal, en especial en IndyCar con los peligros: lo que hace esa gente no es normal. Ahora lo veo y pienso: ¿en qué demonios estaba pensando?, así que no hecho de menos eso. Ya no puedo pensar de esa forma". Al expiloto británico le habría gustado "hacer otras cosas, quizá un poco de Formula Ford y hacer el trofeo Walter Hayes o algo así. Simplemente no puedo, por mucho que quisiera ponerme un casco blanco y salir ahí".