Los vehículos conectados son aquellos que permiten acceder, directamente, a Internet y a redes de área locales inalámbricas o por satélite. Esto, fundamentalmente, les ofrece la posibilidad de conectarse y compartir información con otros dispositivos, de ahí su nombre. Debido al gran número de ventajas que ofrecen, no son pocos los usuarios que se están animando a vender su coche cuanto antes para sustituirlo por uno de estas características.
Sin embargo, las posibilidades de los coches conectados no se limitan, ni mucho menos, a sus posibilidades en el marco del usuario convencional. Y es que, además, en el mundo de la competición están encontrando muchas aplicaciones de gran interés. Sin duda, las detalladas a continuación son las más importantes.
Vehículos que se comunican con la infraestructura
Los coches conectados, en el mundo de la competición, pueden comunicarse instantáneamente con la propia infraestructura, es decir, con el propio trazado sobre el que se desplazan, siempre y cuando este esté preparado para tal cuestión. De este modo, el piloto puede saber, solo observando el cuadro de control de su vehículo, la situación del asfalto en función de las circunstancias climatológicas, la presencia de baches o, incluso, si puede mantener el pedal del acelerador a fondo o pisar el freno en un momento determinado, por ejemplo. Esta información reduce la importancia de la comunicación convencional por radio y repercute en lograr mejores tiempos e incrementar ostensiblemente la seguridad.
Cambios instantáneos en la configuración del coche
Estos coches, al estar conectados permanentemente con otros dispositivos mediante Internet o redes de área local, envían y reciben información constantemente. Gracias a ello, la central del equipo al que pertenezca el vehículo puede saber en todo momento la situación exacta del coche y modificar su configuración en función de las circunstancias para mejorar su rendimiento sobre la pista. Asimismo, esto posibilita la detección inmediata de averías o problemas en el funcionamiento del automóvil, así como el envío de datos detallados importantes al piloto a través de medios visuales como son, por ejemplo, los displays o pantallas ubicadas en el frontal del salpicadero.
Solución a los inconvenientes del GPS
En algunas competiciones como, por ejemplo, las de rallies, sobre todo cuando se componen de etapas extremadamente largas y exigentes en parajes inhóspitos como pueden ser los atravesados durante el Dakar, los dispositivos GPS son imprescindibles. Sin embargo, en muchos momentos, estos pueden presentar problemas a la hora de determinar las rutas ya que estas son establecidas de antemano. Sin embargo, cuando los coches, las motos y los demás vehículos que participan están conectados, estos desaparecen. Y es que, desde el centro de control, es posible actualizar dichos mapas con los posibles inconvenientes que hayan podido surgir de forma instantánea, de modo que las probabilidades de que el piloto se pierda o tome una ruta equivocada por problemas de información es prácticamente inexistente.
En definitiva, los coches conectados no solo han calado con fuerza entre el gran público, sino también en el mundo de la competición. Y es que, gracias a ellos, las carreras son más seguras, rápidas y emocionantes.