La batalla que los motores de gasolina llevan años librando frente a los diesel aún no está perdida. Prueba de ello es que el SEAT Ibiza, uno de los urbanos que primero introdujo los motores diesel en sus versiones deportivas (sino el primero), está a punto de estrenar un nuevo motor de gasolina con consumo de diesel para su versión FR.
El milagro es posible gracias a la tecnología ACT de desactivación selectiva de cilindros, que estrenada hace pocos años en grandes motores V12 y V8, llega ahora al pequeño 1.4 TSI de 4 cilindros del compacto. Las cifras son claras, 140 CV que se alimentan con apenas 4,7 l/100 km de media.
Cuando el motor funciona entre 1.500 y 4.000 rpm o en un rango de par de entre 25 y 100 Nm, el sistema ACT se pone en marcha para desactivar los cilindros 2 y 3. Una vez apagados, el consumo puede reducirse entre 0,4 y 1 l/100 km de media. Según SEAT, el funcionamiento en modo bicilíndrico es totalmente imperceptible, con una marcha suave y sin vibraciones.
Imperceptible es también la reconexión de los cilindros, que en apenas 36 milisegundos (como mucho) vuelven a entrar en funcionamiento. Gracias a un sensor en el acelerador y al software que monitoriza la conducción, la desconexión se anula cuando se circula por una rotonda o se realiza una conducción deportiva.
La optimización de esta mecánica se ha conseguido también con una nueva construcción ligera que reduce el peso del motor en 22 kg respecto a su antecesor. También se ha mejorado el aprovechamiento térmico integrando el colector de escape en la culata y, haciendo lo mismo con el intercooler en el tubo de admisión para conseguir presión mucho más rápido.
Para disfrutar de esta última tecnología en motores gasolina habrá que escoger un Ibiza con acabado FR, el ideal para disfrutar de esos 140 CV sin preocuparse demasiado por el consumo. Disponible con todas las carrocerías de la gama Ibiza, sus precios son los siguientes:
Todos ellos tienen unas emisiones de 109 g/km de CO2, por lo que no pagan impuesto de matriculación.