Durante el Gran Premio de Alemania el protagonista externo a los pilotos fue, sin duda alguna, la lluvia. Cuando giraban en la vuelta 45 comenzaron a caer algunas gotas y desde McLaren tomaron la arriesgada decisión de enviar a pits al español para que usara cauchos de lluvia intermedia, pasaron apenas algunas vueltas y las gotas desaparecieron, debieron enviar de nuevo a pits al asturiano para revertir la mala decisión.
Alonso: “Sí, la verdad es que salió mal. Salimos bastante bien, íbamos rodando cerca de los puntos y luego cuando cayeron algunas gotas intentamos arriesgar a ver si… la previsión era de lluvia muy fuerte en unos minutos. Íbamos con las ruedas de agua y no llovía, caían dos gotas cada 10 minutos y tuvimos que entrar otra vez y poner las de seco y demás. Creo que en seco total habríamos acabado en los puntos. Íbamos a una parada, los demás a dos, tenían más ampollas. Alargamos unas 12 vueltas la primera parada respecto a nuestros rivales, así que al final de carrera podríamos haber adelantado a alguno y creo que noveno o décimo hubiese podido ser. Seguimos esperando a ver si viene una carrera en lluvia, que siempre amenaza, pero nunca cae".
Alonso fue uno de los 3 primeros pilotos que se arriesgaron a entrar, lo acompañaron Vestarppen y Gasly quienes también se vieron afectados por arriesgar en la estrategia