La nueva reglamentación de 2022 que revolucionará la Formula 1 tal y como la conocemos esta a la vuelta de la esquina. Poco a poco los equipos van dejando de traer grandes mejoras a sus monoplazas y se empiezan a centrar en la siguiente temporada que puede sacudir el orden establecido de las escuderías en estos últimos años. No obstante, los dos hombres que se postulan como los dos grandes candidatos al título para este año no quieren ni oír hablar a sus escuderías sobre este tema.
Lewis Hamilton y Max Verstappen estan totalmente en contra y ya han empezado a presionar a sus escuderías para que dejen a un lado el proyecto de 2022 y se centren en la temporada actual. Verstappen ya avisó a su equipo que "si queremos vencer a Mercedes, no debemos ceder, tenemos que seguir trayendo piezas nuevas al coche. Sería estúpido tirar algo ahora solo para mirar a 2022. ¿Quién nos garantiza que ganaremos el próximo año?" El otro bando tampoco se quedó atrás, y es que Hamilton esta en una tesis parecida a la de 'Mad Max'. "Hay que traer cosas nuevas para ganarles, son rapidísimos", aseguró tras verse superado por los dos coches austríacos en Bakú.
Red Bull de momento parece estar del lado de su piloto, y es que han confirmado que para el Gran Premio de Francia empezarán a utilizar el segundo motor de la temporada, algo que tendría que suplir la falta de agarre que siempre sufren los monoplazas de la bebida energética y más necesario que nunca tras el endurecimiento de los test de su aleron trasero para que no sea flexible. Lo que esta claro es que ni Mercedes ni Red Bull abandonarán tan pronto el proyecto 2021 mientras el título esté tan disputado, y es que Mercedes quiere terminar la era híbrida con el dominio aplastante que ha mostrado a lo largo de 7 años, mientras que para Red Bull ganar el último año sería algo muy bueno de cara al nuevo presupuesto y a nivel de sponsors del próximo año.