La escudería de Maranello ha dado una buena impresión en las tres jornadas de pruebas en Barcelona, la fiabilidad ha sido óptima y las sensaciones de los dos pilotos también han sido positivas. Con estas conclusiones, Ferrari viajará a Baréin sabiendo que hicieron un buen trabajo durante el invierno y la base del F1-75 es sólida.
Como nadie enseñó todo su potencial, el número de vueltas ganó peso en esos días y el equipo italiano cumplió perfectamente en este sentido. Los 439 giros al circuito catalán han sido un primer paso alentador en la pretemporada, a la espera de conocer cuál será la competitividad del Cavallino Rampante en el momento de la verdad.
Laurent Mekies, el director deportivo de la Scuderia, explica cuál era el plan de trabajo en los test: "Completamos con la mayoría de nuestro programa, el cual estuvo basado en tres elementos fundamentales. El primero era tener una lectura inicial de la fiabilidad y nuestra atención estuvo puesta en el número de vueltas; el segundo fue mapear varios parámetros de nuestro coche desde el comportamiento aerodinámico hasta el funcionamiento de los neumáticos. Lo último, pero no menos importante, fue proporcionar a nuestros pilotos las vueltas suficientes para que se familiarizaran con el nuevo coche".
"Solo es el primer paso en un año largo, en el que tenemos la intención de empujar muy fuerte. Aún tenemos mucho trabajo por delante", concluye Mekies en un comunicado publicado en la página italiana tras el día 3 de test.