El vigente campeón del mundo no había tenido el ritmo necesario para igualar a Charles Leclerc ni en la clasificación ni en la carrera de Australia. La única oportunidad que había tenido fue en la segunda relanzada posterior al coche de seguridad, ya que el monegasco se había quedado dormido y Verstappen pudo arrebatarle el liderato, aunque el de Ferrari despertó rápidamente para mantener intacta su primera posición.
La victoria era prácticamente imposible de lograr, por lo que la segunda plaza era lo máximo para Max. Al igual que había sucedido en Baréin, la fiabilidad dio de lado al RB18 nº 1 en la vuelta 39, dando como resultado que el neerlandés abandonara por segunda vez en tres carreras.
"Sin duda, es muy decepcionante no terminar la carrera. Esto no es lo que necesitas cuando quieres pelear por el campeonato, la diferencia ya es bastante grande. No parece que haya una solución sencilla, hay mucho en lo que trabajar y nos concentraremos en las siguientes carreras", concluye Verstappen en el comunicado de prensa publicado por Red Bull Racing.