Max Verstappen y Red Bull habían hecho todo lo posible para conseguir el título en la última carrera, aunque Lewis Hamilton supo extraer todo el rendimiento de su monoplaza y fue imposible darle caza. A pesar de las paradas en boxes para provocar el error de Mercedes, nada tuvo el impacto deseado hasta que surgió ese inesperado coche de seguridad a falta de escasas vueltas por el accidente de Nicholas Latifi. Ese era el milagro que tanto quería el neerlandés, la oportunidad llegó y no la desaprovechó en absoluto.
Gracias a contar con Blandos nuevos y Hamilton tenía las gomas desgastadas, esa vuelta final era un todo o nada, se lanzó con todo por el interior de la curva 5, se situó en cabeza y esa posición no se le escapó en ningún momento. Con esa vuelta de infarto, Max se alzó con su primer título y fue el encargado en romper la increíble racha de títulos del heptacampeón.
"Sienta increíble ser campeón del mundo, no podía haber pedido más en la carrera más insana del año. Fue una montaña rusa, de no tener una oportunidad para ganar hasta la última vuelta, todo se juntó y tuvimos que ir a por ello. Me estuve diciendo 'voy a darlo todo' y es lo que hicimos. Con la relanzada de la última vuelta, tuvimos neumáticos más frescos [que los de Hamilton], pero necesitabas hacer el adelantamiento y funcionó, afortunadamente. Quiero agradecer a Checo [Pérez] porque gané el campeonato por su actuación, demostró lo que es el trabajo en equipo y es un compañero asombroso".