En los primeros compases del GP de Bahrein, mientras ambos intentaban remontar (uno por sustitución de caja de cambios y el otro por accidente en clasificación), Verstappen y Hamilton se encontraron en la primera curva.
El holandés atacó con todo y llegaron a tocarse, sufriendo el Red Bull RB14 daños que en primer lugar le dejaron último al tener que parar en boxes y finalmente provocarían su abandono. Al acabar la prueba, y viendo la maniobra repetida en la sala de pre podio, Hamilton soltó un "¡qué gilipollas!" y no cambió de opinión ante los medios, teniendo que salir en su defensa incluso Vettel.
Hablando este jueves en China sobre lo ocurrido, Verstappen dijo que no había hecho nada malo por lo que debiera disculparse: "Eso es competir. A veces sale bien y otras no. Puedes decir lo que quieras sobre el incidente, pero tenía una buena oportunidad y no fue nada alocado, nada arriesgado".
"Son carreras, es muy simple, y no entiendo por qué todo el mundo está hablando del tema".
Por último, ante la pregunta de por qué creía que Hamilton le había culpado de lo que él consideraba un incidente de carrera, contestó: "¿Por qué? Porque es bastante simple y fácil culpar al piloto más joven, esa es la única razón que se me ocurre. Como dije, estas cosas pasan. No hay razón para que cambie nada".
Verstappen intentará en Shanghai cambiar el mal sabor de boca que le dejó un abandono prematuro en Sakhir.