Fernando Alonso enfrenta con cautela un fin de semana que sabe será complicado para él y su equipo por las prestaciones del McLaren, pero además le añaden la complicación de haber tenido que construir un coche completamente nuevo tras el fuerte accidente que sufrió en la primera vuelta del Gran Premio de Bélgica el pasado domingo cuando salió volando por encima de Leclerc después de haber sido tocado por un descontrolado Hulkenberg. En el equipo británico trabajaron a contratiempo para hacer un nuevo auto a partir de uno que usaron en los test de pretemporada y en las primeras carreras.
“Hemos tenido cuatro días para construir un coche nuevo. El chasis quedó completamente destrozado. En cuanto al motor, tuvimos algunas preocupaciones pero todo parece estar bien. Lo probaremos el viernes” aseguró el de Oviedo, además destacó que no sólo el chasis sufrió daños, sino alerones y otras piezas que ya llegan al límite por lo costosas que resultan, Fernando declaró que tienen suficientes piezas nuevas pero se quedan sin repuestos después del gran daño sufrido el domingo en especial en su auto.
Con respecto a lo ileso que salieron ambos pilotos del fuerte accidente, ambos se sintieron agradecidos por tener el sistema Halo pues no querían saber qué hubiese pasado de no tenerlo. Alonso quedó con algo de dolor durante la semana pero ya se siente listo para enfrentar las prácticas de mañana viernes, ahí probarán el estado de su motor y sabrán si pueden usarlo o deberán sustituirlo: “El único día donde tuve dolor fue el martes. Cuando me levanté, me sentí un poco dolorido y tenía molestias en la espalda. Ayer me sentí bien y hoy también. Todo está bien tras el martes. Aún me duelen un poco las manos porque estaba sujetando el volante cuando golpeé a Leclerc”.