Allá por el año 1983 Ferrari aterrizó en la pequeña pero pudiente isla de Hong Kong. Han pasado 30 años y no hay mejor excusa que esa para celebrar un evento en conmemoración.
Sucedió hace unos días en la isla de Lantau coincidiendo con la celebración de la Asia World Expo. Al lugar acudieron más de 600 Ferrari con sus respectivos propietarios y algún invitado más, para acabar juntándose unas 2.000 personas. Entre ellas no podía faltar el presidente Montezemolo y también un piloto de la casa, en este caso Marc Gené, que salió a los mandos del nuevo 458 Speciale.
Para representar la gran relación existente entre Ferrari y la ciudad, los coches formaron la flor de cinco pétalos Bauhinia Blakeana, símbolo de Hong Kong. Un espectáculo lleno de color en el que se pudieron ver Ferrari desde el Dino y el 365 GTC, hasta los FXX y 599 XX.
Entre los 1.700 clientes con los que cuenta Ferrari en Hong Kong se encuentran varios coleccionistas, que aprecian tanto antiguos ejemplares de carreras como nuevos y exclusivos trabajos del departamento Tailor Made. Un mercado que sin duda les interesa cuidar.