El año pasado Aston Martin presentó su Vantage más evolucionado y poderoso, la versión S del V12, y este año repite jugada aplicando exactamente la misma receta sobre el Roadster. La gama del Vantage queda así culminada por arriba con esta variante que ahora se ofrece en ambas carrocerías.
Sin apenas cambios visuales respecto al V12, que tampoco incluía muchas modificaciones respecto al V8, el V12 Vantage S Roadster presume de lo que no se ve, su motor atmosférico de 12 cilindros en V. La última evolución de este coloso de 6.0 litros lo lleva hasta los 573 CV a 6.750 rpm, con un par de 620 Nm a 5.750 rpm.
Como en el cupé, el V12 va asociado a la moderna caja de cambios Sportshift AMT III automática de 7 relaciones, que envía la fuerza al eje trasero. La parte ciclo se ha mejorado con una suspensión con amortiguadores de dureza variable en 3 niveles (Normal, Sport y Track), y una dirección con otros dos niveles de asistencia. Frenos carbocerámicos y un modo Sport que modifica la respuesta de acelerador, cambio y escape, completan el plantel.
Los 1.745 kg de peso (20 kg menos que el anterior V12) de este descapotable, se ponen a 100 km/h saliendo desde parado en 4,1 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 323 km/h. Tener un V12 bajo el capó se paga y, el consumo anuncia una media oficial de 14,7 l/100 km.
Pero precisamente el mayor atractivo de este coche reside en esos 12 cilindros dispuestos en V que se nutren de aire a presión atmosférica, un deleite para los sentidos cada día más difícil de encontrar en un automóvil.