Cadillac quiere hacerse con un trozo del pastel de las berlinas premium de acceso, en el que las marcas alemanas se reparten casi por completo todos los pedazos, especialmente en Europa, pero también cada día más en Estados Unidos. Por eso lleva tiempo trabajando en el relevo de su fallido BLS (normal lo de fallido, pues no era más que un Saab 9-3 ‘revestido’, que a su vez no era más que un Opel Vectra con otro estilo).
Así nos llega desde el Salón de Detroit 2012 su nueva apuesta para el segmento, el ATS, que en principio pinta muy bien. Pese a ser víctima de la crisis que afrontó GM en 2008, el ATS ha conseguido al fin ver la luz con unos resultados en los que no queda ningún signo de tal crisis.
Estéticamente se puede afirmar que es un Cadillac por los cuatro costados, con un diseño en la zaga muy familiar en el que los pilotos verticales lo identifican rápidamente. El frontal es también 100% Cadillac y el mayor ‘riesgo’ se ha corrido con los faros, también muy verticales, que se alargan sobre las aletas. Un diseño elegante en el que no se ha dado prácticamente ninguna licencia a la imaginación, pero que sigue las pautas del grupo de triunfadores en el segmento, donde los diseños clásicos se imponen sobre los más vanguardistas, que se van apagando conforme pasan los años.
Con el diseño conseguido, el otro gran reto que debía superar el Cadillac para estar a la altura de la competencia, era ser un ‘buen’ coche. Pese a poder parecer un tópico, es un hecho que los modelos del otro lado del charco no han sido rivales frente a los pesos pesados de la categoría cuando las cosas se ponían ‘feas’ sobre el asfalto. Por eso, poniendo en su punto de mira precisamente a una de las referencias como es el BMW Serie 3, en Cadillac han trabajado a fondo para conseguir crear un digno rival. Así, anuncian unos pesos casi calcados a los del alemán con un reparto que ronda el 50:50 (gracias claro a que es también un tracción trasera, aunque también habrá versiones de tracción total).
Bajos carenados, frenos Brembo o suspensión regulable Magnetic Ride, son algunas de las lindezas que deberían ponerlo a la altura de los mejores. Amén de una dirección que según ellos, es “de lo mejor que se ha hecho”.
Para triunfar en Estados Unidos no le hacen ninguna falta motores diesel, pero en Europa si, y por eso aunque aún no se han presentado aún, desde Cadillac ya han confirmado que estarán disponibles prácticamente desde su lanzamiento en Europa. Mientras para los amantes de la gasolina, la oferta empieza con un 2.5 atmosférico de 200 CV, sigue con un interesante 2.0 turbo de 260 CV y culmina con un 3.6 V6 de 318 CV, muy al estilo americano.
Solo falta por ver cómo va y con qué precios llega a Europa, las dos últimas claves que lo podrán convertir en un modelo de cierto éxito (nadie espera que se acerque a las ventas de los A4, Serie 3 o Clase C) o en otro intento más que pasa sin pena ni gloria. Yo por ahora, le doy un voto de confianza.
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