“Si algo funciona, mejor no lo toques”. Es la máxima que aplican en Volkswagen cada vez que toca renovar a su estrella, el Golf, y les funciona a las mil maravillas, pero la fórmula no es infalible. En SRT la aplicaron sobre su último Viper y para su desgracia, ha sido un fracaso.
El icónico americano se renovó por completo hace 3 años, manteniendo la esencia de su agresiva estampa y conservando su monstruoso V10 atmosférico de 8.4 litros. Valores clásicos que se combinaron con una mayor dotación tecnológica y un interior modernizado y rematado con calidad. Aparentemente argumentos suficientes para triunfar.
Pero nada más lejos de la realidad. A los pocos meses de su lanzamiento la producción se tuvo que ralentizar ante la escasa demanda y este año, incluso se paralizó durante dos meses. El Corvette, más barato y con un diseño mucho más moderno que parece haber convencido más al público, le ha ganado la partida claramente.
Ni aún rebajando su precio 15.000 dólares el Viper ha conseguido levantar cabeza y en FCA, saben que ya no hay remedio. Su producción continuará hasta 2017, pero el batacazo ha sido tal que es muy posible que el Viper no tenga relevo y si lo tiene, será con importantes cambios en su filosofía.