Desde que vimos el concept que lo avanzaba, el EXP 9 F, no había casi dudas sobre la llegada a la calle de aquel SUV de Bentley, y eso que el recibimiento inicial no fue del todo bueno. Pero llegará, así lo acaban de confirmar desde la marca británica.
La parte más controvertida del coche, su diseño, no debería preocupar demasiado en la versión definitiva, ya que con su llegada prevista para 2016 acabará sufriendo algunos cambios obligado por el paso de tiempo que seguro lo terminan de afinar.
Lo mejor de todo es que este nuevo modelo traerá consigo una inversión a la factoría de Crewe de más de 900 millones de euros, con la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo. Si sale como esperan, debería convertirse en un pilar fundamental en la gama.
Aunque compartirá plataforma con los futuros Audi Q7 y Porsche Cayenne, el Bentley mantendrá intacta toda la filosofía de la marca. Esencial para mantener contentos a los clientes que van a desembolsar bastante más de 200.000 euros por el SUV británico, y según parece ya hay mucho haciendo fila.