Una vez más vuelvo con una noticia que tal vez te suene por su contenido y su protagonista, pero es que lo de los Ferrari 250 GTO parece no tener límite. Otra unidad de este clásico italiano ha vuelto a convertirse en el coche más caro del mundo, y por mucho.
Si los 2 últimos récords establecidos por sendos 250 GTO se alcanzaron con sumas de 24 y 28 millones de euros, el que acaba de proclamarse como coche más caro del mundo los supera con creces: nada menos que 38 millones de euros. Esa es la cantidad que ha pagado un comprador anónimo a su anterior propietario, Paul Pappalardo, otro coleccionista de Conneticut.
Este GTO tiene como todos un pasado en la competición, donde cabe destacar la victoria que consiguió en el Tour de Francia de 1963 a los mandos del francés Jean Guichet. Su anterior dueño ha hecho honor a su pasado y lo ha seguido usando para carreras de clásicos, algo que no sabemos si continuará haciendo el actual después del desembolso que acaba de hacer.
Empieza a hablarse mucho sobre una posible burbuja que está inflando de manera injustificada el precio de estos clásicos, que se está doblando año tras año. A este ritmo dentro de poco se pagarán 50 millones de euros por uno de ellos, algo que parece una locura. Pero ¿quién puede poner precio al arte?
[Fuente: Bloomberg]