El 458 Italia ha sido uno de los superdeportivos más seductores de los últimos años, además del Ferrari más atractivo (con permiso del LaFerrari). Actualizarlo no era tarea sencilla, pero tomando un poco de su versión de altas prestaciones (más todavía), el 458 Speciale, Ferrari ha vuelto a elaborar una obra maestra.
El nuevo 488 GTB ha encabritado las dulces formas del 458 a base de nervios y líneas de tensión, que no solo están ahí para hacer bonito, también para lograr un 50% más de carga aerodinámica y a su vez la mejor cifra de eficiencia aerodinámica de un Ferrari de producción. El aire entra por el faldón delantero para escapar por el capó empujando el morro hacia abajo, se cuela por sus nuevas entradas de las aletas traseras para alimentar el motor y recorre el fondo plano hasta salir por su difusor con aletas activas pegándolo al suelo. El alerón volado, que genera carga aerodinámica sin incrementar la resistencia, es otro detalle de nota.
Cautivados por su silueta, muchos compradores ni se molestarán en fijarse en lo que se esconde bajo el cristal de detrás del habitáculo, verdadero motivo por el que se ha renovado el 458. Y es que el 488 GTB se desprende del V8 de 4.5 litros atmosférico para dar cabida al nuevo V8 biturbo de 3.9 litros estrenado por el California T.
Los 488 centímetros cúbicos de cada cilindro dan nombre al coche y han llevado a que sufra mejoras en todo, con una potencia que aumenta hasta los 670 CV (+100 CV) a 8.000 rpm, un par máximo de 760 Nm (+220 Nm) y un consumo medio de 11,4 l/100 km (-1,9 l/100 km). Los 100 km/h se alcanzan ahora en solo 3 segundos (-0,4 s), los 200 km/h en 8,3 segundos y la velocidad máxima es superior a los 330 km/h. Valores que dejan atrás al Lamborghini Huracan lanzado hace solo un año.
La caja de cambios sigue siendo la automática de doble embrague con 7 relaciones, pero estrena una Gestión Variable de Par que la hace más progresiva y suave en su funcionamiento. La electrónica tiene un papel fundamental en el comportamiento del coche, con una versión evolucionada del sistema SSC2 (Control del Ángulo de Deslizamiento Lateral) que permite una mayor aceleración longitudinal en curva. Este sistema, el control de tracción F1-Trac, el diferencial electrónico E-Diff y los amortiguadores activos, están interconectados para lograr un comportamiento dinámico a la par que estable.
Dimensiones y peso apenas han variado, con 4,57 m de largo, 1,95 m de ancho, 1,21 m de alto y 1.370 kg de peso en vacío. En cambio lo que sí ha mejorado es el reparto de pesos, con una distribución 46,5/53,5 delante y detrás.
La actualización del interior se ha llevado a cabo con cambios en los trazos del salpicadero y en el diseño de los aireadores y los mandos que los acompañaban. El túnel central también ha sufrido variaciones en su fisionomía y ahora sus botones están distribuidos longitudinalmente. Gráficos e interfaz del sistema multimedia han sido rediseñados, arranque por botón y una llave que se inspira en el bloque de cilindros del motor, son otras de las novedades.
El 488 GTB representa el futuro de Ferrari de la manera más inmediata, y será presentado en el Salón de Ginebra del mes que viene.