La estrategia de Ferrari de fabricar menos pero más caro sigue viento en popa y, su departamento Special Projects, el mayor impulsor de esta máxima, se sigue superando día tras día. Uno de los deseos más recurrentes de los clientes de este departamento, es quitar el techo a los cupés de la casa, y su último trabajo ha vuelto a consistir en eso.
Bautizado como F12 TRS, este nuevo one off parte de un F12berlinetta al que se le ha cortado el techo dando lugar a un profundo rediseño de la parte trasera. Como en otras ocasiones, su propietario pidió que en el diseño tomase la esencia de un clásico histórico de la marca, siendo esta vez el elegido el 250 Testa Rossa de 1957.
Pese al relativo parecido entre ambos, no cabe duda de que este nuevo Ferrari, único en el mundo, es un automóvil verdaderamente deslumbrante. La agresividad contenida del F12 se ha dejado a un lado y ya desde el frontal, con un nuevo morro desafiante en el que ni los faros se han librado del retoque, se anuncian sus intenciones.
La cubierta transparente del motor va con el carácter exhibicionista del coche y da entrada a una zona muy especial, el acristalamiento. El parabrisas recortado marca la pauta a las ventanillas traseras, que siguen una línea descendente creando un conjunto en forma de cuña completamente tintado.
Y tras ese espectáculo visual se llega a una trasera que ante la ausencia de techo, se puede permitir un diseño dominado por dos exuberantes jorobas con un pasillo centran que sale bajo el alerón integrado. Puro deleite visual que se cierra formando un elaborado conjunto con el difusor.
Las descomunales llantas con neumáticos de perfil ultra bajo ponen la guinda al espectacular conjunto, en el que las taloneras y las nuevas canalizaciones de aire de las aletas delanteras ejercen su trabajo con discreción y maestría.
Lo único que parece no haber sufrido cambios es el motor, que con los 740 CV de sus 12 cilindros en V, es capaz de lanzar al F12 a 340 km/h, acelerando hasta 100 km/h en 3,1 segundos y hasta los 200 km/h en 8,5 segundos. Si parece, a tenor de cómo suena, que se ha hecho alguna modificación en el escape para darle un bramido más contundente.
Y la pregunta del millón, ¿cuánto cuesta un coche como este? Como suele ocurrir en estos casos, Ferrari no ha soltado prenda del precio ni del dueño, que no ha querido revelar su identidad, pero según se dice, podría haber desembolsado unos 3 millones de euros por él. Casi 2 veces y media más caro que un LaFerrari, pero 498 veces más exclusivo.