Sin duda lo mejor que le ha podido pasar a Jaguar en los últimos años fue su compra por parte del Grupo TATA. Los indios recogieron una marca con el rumbo perdido y la están devolviendo por el camino de su pasado en el que era una marca deportiva con esculpidas carrocerías. El nuevo F-Type es la mejor prueba de ello.
El roadster inglés no se ha andado con remilgos y se lanza de lleno a por deportivos de la talla del Porsche 911 Cabriolet. Tanto por chasis, como por motorizaciones, diseño y por su puesto precio, el F-Type se ha pasado de largo a los que se presumían en principio como rivales naturales, los SLK, Z4 y Boxster.
Su chasis, suspensiones y carrocería de aluminio ya lo sitúan en principio en un nivel superior, pero esto había que hacerlo para crear un coche de referencia en el que asegurar su comportamiento dados los motores previstos, colocados en posición delantera y que envían su fuerza a las ruedas traseras.
En principio existirán 3 versiones: V6 de 340 CV, V6 S de 380 CV y V8 S de 495 CV. Las prestaciones son muy buenas en todos los casos, fulminando el 0 a 100 Km/h en 5,1 s, 4,9 s y 4,2 s, mientras que la velocidad máxima es de 260 Km/h, 275 Km/h y 300 Km/h respectivamente.
Todos ellos van asociados a un cambio automático de 8 velocidades utilizado en otros modelos de la gama Jaguar, pero de relaciones más cortas y respuesta más deportiva. Un diferencial autoblocante en el eje trasero asegura el reparto de fuerza óptimo en todo momento, siendo de tipo mecánico en las versiones V6 y electrónico en el V8.
En las versiones S forma parte de su equipamiento de serie una suspensión adaptativa de dureza variable y un sistema de escape activo, que a más de 3.000 rpm abre una válvula para hacer aún más atronador su sonido.
El único pero que se le podría poner a este nuevo felino de diseño cautivador (especialmente en su trasera) es su precio. En España la versión V6 a secas partirá cercana a los 80.000 euros, superando probablemente los 110.000 el V8 S. Caro cuando lo situábamos como rival del Boxster, pero es que Jaguar no ha querido escatimar esfuerzos y ha dotado de un cuerpo ligero y tecnológico a su nuevo escaparate demostrando lo que son capaces de hacer.
