En el lanzamiento del nuevo Astra, Opel sorprendió a la industria de la automoción al introducir un cambio de variador continuo de última generación tanto en la carrocería de 5 puertas como en la familiar Sports Tourer. La típica suave entrega de potencia y alta eficiencia de esta transmisión continua supone una combinación perfecta para la nueva generación del galardonado Opel Astra (Coche del Año en Europa en 2016). En combinación con el motor turbo de gasolina e inyección directa de 1,4 litros y 107 kW (146 CV) la transmisión continua, también conocida como cambio de variador continuo o CVT, proporciona refinamiento, una alegre respuesta y un frugal consumo a los motores de la marca (consumo de combustible NEDC[1]: urbano de 6,3 l/100 km, extraurbano de 4,2-4,3 l/100 km y combinado de 5,0-5,1 l/100 km; emisiones combinadas de CO2: 114-116 g/km). Con una generación completamente nueva de motores y transmisiones, el Opel Astra establece los niveles de emisiones más reducidos de su categoría. El nuevo Astra es el más eficiente de todos los tiempos, con hasta un 21% menos de emisiones de CO2 que en su predecesor. Cinco de las siete combinaciones de motor y cambio ofrecidas rebajan la mágica marca de 100 gramos de emisiones de CO2 por kilómetro (NEDC1).
Principio de funcionamiento inteligente: dos poleas y una cadena en lugar de engranajes y embragues
Peter Naumann, Director de Programa Global e Ingeniero Jefe en funciones de Transmisiones Automáticas en Rüsselsheim explica cómo funciona la transmisión continua: “El principio de funcionamiento es inteligente y simple. A diferencia de las transmisiones automáticas tradicionales de convertidor de par, que cuentan con engranajes planetarios, embragues y relaciones de transmisión fijas, una transmisión continua tiene dos poleas conectadas por una cadena bajo tensión. Entre los lados exteriores de las poleas hay un eje cónico sobre el que se asienta la cadena. Al adaptar continuamente el espacio entre las poleas se obtiene una relación de transmisión variable, dado que al cambiar la superficie de contacto se altera el diámetro. Esto es comparable a transmitir el par de engranajes pequeños a grandes y viceversa. Además se requiere un engranaje planetario en el eje de entrada para seleccionar marcha adelante o marcha atrás”.
Debido a la disponibilidad casi infinita de relaciones de cambio, los motores con transmisión continua funcionan en el punto más eficiente en todos los regímenes de giro del motor. “Para cada punto de funcionamiento, la transmisión permite que el propulsor encuentre el equilibrio óptimo entre eficiencia de combustible, atenuación de ruido y vibraciones y la respuesta al pedal del acelerador” añade Peter Naumann.
"Los coches con bajo peso y motores que producen un par máximo de entre 230 y 300 Nm son los más adecuados para los cambios de variador continuo”, expone Naumann. "Con un par máximo de 236 Nm y un peso en orden de marcha de 1.350 kg, el nuevo Astra 1.4, por tanto, es ideal para ello”.
Una gran idea: las transmisiones continuas en el desarrollo de la automoción
La idea de una transmisión continua o sin relaciones de cambio no es nueva. El ingeniero americano Milton Reeves inventó una transmisión continuamente variable para controlar la velocidad en las sierras de los aserraderos allá por 1879, que luego aplicó a su primer automóvil en 1896.
En la década de 1920 se plantearon numerosas variaciones sobre la transmisión continua, tanto para su aplicación en motocicletas como en automóviles. El ingeniero e inventor rumano George Constantinesco creó una de las más interesantes en 1926. El “Coche de Constantinesco” tenía un motor de 5 CV con un convertidor de par integrado. Su publicidad entonces decía que era un coche "¡Sin embrague, sin marchas y con sólo un control: el acelerador!”
Fue necesario llegar hasta 1958 para que el concepto de “transmisión continua” fuera más conocido. En el Salón del Automóvil de Ámsterdam, DAF presentó el 600, un pequeño coche familiar con la innovadora transmisión Variomatic. Diseñado por el holandés Hub van Doorne, el cambio Variomatic consiguió hacer famosa a la pequeña berlina de DAF, entre otras cosas, ¡por poder conducir marcha atrás tan rápido como hacia adelante! Desde entonces, los cambios de variador continuo han aparecido en todo tipo de vehículos, desde tractores y motos de nieve hasta motos y vehículos de todo terreno, así como automóviles.
Opel ofreció su primera transmisión continua en el Vectra C, que se presentó en 2002. Sin embargo, la vida del “CVTronic” resultó efímera, ya que la producción en la fábrica de Szentgotthard, en Hungría, finalizó en 2005.
Adecuado para una gran diversidad de vehículos: desde pequeños coches y SUVs hasta furgonetas e híbridos
Actualmente, los cambios de variador continuo están de vuelta, ayudados por los cada vez más estrictos objetivos mundiales de consumo de combustible y emisiones de CO2. Debido a que este tipo de transmisiones ajustan continuamente las relaciones de cambio, el motor siempre puede funcionar en su rango más eficiente, lo que permite ahorrar combustible, especialmente en conducción urbana.
Como resultado, se ofrece en una gran variedad de automóviles, desde coches pequeños a grandes berlinas, SUVs, monovolúmenes e híbridos. Sin embargo, las modernas transmisiones continuas se caracterizan por algo más que su elevada eficiencia. También son populares entre los conductores y pasajeros que aprecian los cambios de marcha ejecutados de forma imperceptible.
Las transmisiones continuas son muy comunes en los mercados asiáticos, donde su respuesta suave y silenciosa las ha convertido en muy populares. El nuevo Astra con motor 1.4 y cambio de variador continuo es perfecto para los clientes que buscan un compacto con carrocería de cinco puertas o familiar con una transmisión automática que no sólo ofrece menor nivel de ruido y vibraciones, sino también un consumo de combustible más moderado y una buena respuesta.