BMW tiene a Rolls-Royce, Audi (o más bien el Grupo VW) tiene a Lamborghini, Bugatti, Bentley, etc., e incluso Fiat posee a Ferrari y Maserati. Todo gran grupo se ha hecho con alguna marca mítica, y Mercedes no quiere ser menos. Aston Martin está en su punto de mira y el momento es inmejorable.
Después de que Ford casi acabase con ella, la mítica marca británica (que todavía cuenta con su suministro de motores) ha seguido lanzando nuevos modelos y manteniendo su posición en el mercado, pero el nivel técnico de sus creaciones no llega al de sus competidores.
Para no perder comba, Aston ha llegado a un acuerdo con Mercedes para que su división AMG comience a suministrarle motores. El primero lo estrenará el sucesor del Vantage, un V8 con especificaciones marcadas por Aston Martin, ECU programada por AMG y montaje llevado a cabo por los británicos. Si bien todo esto se podría resumir en que será prácticamente el mismo V8 biturbo de 4.0 litros y unos 480 CV del nuevo C 63 AMG, por mucho que lo maquillen.
En Aston Martin saben que su futuro será más brillante cuanto mayor sea su colaboración con Mercedes AMG, y si además de motores estos les suministrasen plataformas y componentes electrónicos, sus coches alcanzarían el nivel de sus rivales.
Evidentemente eso también lo saben en Mercedes, y si van a hacer que Aston suba varios enteros gracias a ellos, quieren ser algo más que colaboradores. De momento Daimler ya posee un 5% del accionariado de AM, pero no les importaría en absoluto hacerse con un mayor porcentaje que incluso les permitiese hacerse con el control.
Además si Daimler se termina haciendo con la marca británica, no habría impedimentos para terminar de llevar a cabo el resurgimiento de Lagonda, con un gran SUV que compartiese base con el GL y que incrementase enormemente las ventas del nuevo conjunto británico.
De momento no hay nada cerrado, pero la posibilidad de un negocio que podría resultar muy interesante para ambas partes está ahí.
[Fuente: Autocar]