El MINI más jugoso de toda la gama acaba de regresar. Editado en el anterior R53 de forma limitada, el GP vuelve de nuevo entre nosotros con el R56 y los mismos planteamientos. Dos únicos asientos, kit aerodinámico exterior, bastidor listo para entrar al circuito y motor rebosante de potencia.
El anticipo de fotos oficiales que nos dio MINI hace unos meses evita que nos despistemos ahora en exceso con su carrocería de atleta. Aunque es imposible no volver a quedarse un rato admirando su frente repleto de entradas de aire para alimentar el motor, o su trasera con el alerón y difusor totalmente funcionales. Las llantas siguen luciendo el diseño de 4 brazos del anterior, pero se han quedado en las 17 pulgadas por cuestiones de eficacia dinámica.
El motor es el mismo 1.6 THP turboalimentado de por ejemplo el John Cooper Works, pero en el GP eleva su potencia hasta los 218 CV con un par de 260 Nm, que durante unos segundos puede llegar hasta los 280 Nm con la función overboost. El cambio sigue siendo ‘tradicional’ y se deja en manos de una caja manual de 6 velocidades.
Las prestaciones son muy buenas para tratarse de un tracción delantera y consigue rebajar el tiempo del 0 a 100 Km/h hasta los 6,3 segundos. La recuperación en 5ª desde 80 hasta 120 Km/h la hace en 5,9 segundos y la velocidad máxima se fija en 242 Km/h. El paso por la gasolinera dependerá de nuestra alegría con el acelerador, pero oficialmente su consumo de 7,1 litros es razonable.
Otro dato que pone de reflejo sus prestaciones es su vuelta a Nürburgring, algo que logró realizar en 8 minutos y 23 segundos. Como ya pusimos de relieve lo sitúa por ejemplo 2 segundos por delante del anterior Lotus Exige S o a nada menos que 18 segundos del MINI JCW ‘no GP’.
El peso que anuncia de 1.160 Kg es bueno, pero no asombra teniendo en cuenta que es exactamente igual que el del Peugeot 208 GTI recién presentado. Ambos se colocan como los más ligeros de su categoría, pero en el caso del MINI podría haber sido mejor.
A nivel de chasis lo más vistoso probablemente sea la barra de refuerzo colocada en el lugar donde deberían ir los asientos traseros. Los frenos con pinzas de 6 pistones en el eje delantero y discos de 330 mm seguro que tampoco pasan desapercibidos (detrás son de 280 mm) y aunque no se ve, la nueva suspensión ajustable con un recorrido de hasta 20 mm también ejerce su papel.
Dada la especial condición del coche el control de estabilidad recibe un nuevo modo denominado GP, con un mayor margen de maniobra. Su actuación dependerá en gran parte de la eficacia del diferencial autoblocante electrónico, que recurre a los frenos delanteros para simular las funciones de uno mecánico.
Limitado igual que el anterior MINI GP a tan solo 2.000 unidades, su precio es todavía una incógnita, pero seguro que todos encuentran un rápido acomodo independientemente de este.