El nuevo Renault Twingo de motor trasero nos ha recordado que en el segmento de los utilitarios hay mundo más allá del MINI y el Fiat 500. Dentro de ese mundo aparte Citroën quiere un pedazo de pastel más grande, y para eso nos presenta la nueva generación de su C1.
Los franceses se han dado cuenta de que estos coches deben entrar primero por los ojos, y desde luego el nuevo C1 desapercibido no pasa. Al menos en su vista frontal, donde luce unos faros divididos en 2 secciones (igual que los de su hermano el C4 Picasso y los del Nissan Juke), que o gustan mucho o se odian.
Ese descaro frontal contrasta con un perfil muy lineal y una trasera con el portón de cristal, solución bastante habitual en estos coches. Lo que también merece la pena una mención es la ilusión que se crea de techo suspendido al pintar en negro los pilares A y B. Un techo que se puede pintar en diferentes colores al de la carrocería y que puede contar con una superficie de lona corredera.
Disponible en versiones de 3 y 5 puertas, su carrocería mide en ambos casos 3,46 metros de largo y tiene un peso de partida de 840 kg. Su reducido tamaño no le priva de un maletero bastante aceptable de 196 litros, un 40% más que su antecesor.
En cuanto a las motorizaciones, la oferta inicial tan solo contará con dos tricilíndricos de gasolina. Un 1.0 VTi de 68 CV disponible opcionalmente con cambio automático, y un 1.2 VTi de 82 CV con un consumo medio de 4,3 l/100 km.
A nivel tecnológico y de equipamiento nos encontramos con entrada y arranque sin llave, cámara trasera y asistente de arranque en pendiente. La pantalla táctil de 7 pulgadas contará con el sistema Mirror Screen, que mediante conexión USB permite duplicar en ella muchas de las aplicaciones de nuestro Smartphone.
Este simpático utilitario realizará su puesta de largo en el Salón de Ginebra de la próxima semana.