Nos lo habían anunciado el mes pasado y a pocos días de que comience el Salón de Ginebra aquí lo tenemos, el radical Astra OPC Extreme. Tomando mucho de la versión Cup, este Astra podría ser uno de los compactos más eficaces de los últimos años si acaba llegando a la calle.
El Extreme no trata de disimular en ningún momento lo que es, es más, resalta su carrocería de trabajada aerodinámica con una serie de vinilos que lo asemejan todavía más a un coche de carreras. Y es que prácticamente lo es.
Para comportarse como tal no solo monta muelles y amortiguadores ajustables y frenos Brembo con pinzas de 6 pistones y discos de 370 mm delante, también ha sido sometido a una severa cura de adelgazamiento.
Numerosos elementos de su carrocería (techo, alerón, difusor, capó, spoiler frontal…) están realizados en fibra de carbono, consiguiendo unas rebajas de peso considerables. Por ejemplo el techo apenas pesa 2,6 kilos, 6,7 kilos menos que el convencional de acero. Las llantas de 19 pulgadas (con neumáticos 245/35) también son de fibra de carbono y resultan 20 kg más ligeras que las de aluminio.
En el interior se ha seguido el mismo patrón, colocando delante dos baquets Recaro con arneses de 6 puntos y eliminando detrás los asientos traseros. Su ausencia permite instalar una jaula de seguridad, que deja muy a las claras las intenciones del coche.
El motor turbo del Astra OPC de 2 litros y 4 cilindros con inyección directa y distribución variable, entrega ya de serie 280 CV, y para la ocasión se ha revisado para anunciar más de 300 CV(aunque no concretan la cifra). Este sigue asociado a un cambio manual de 6 velocidades conectado con el eje delantero, donde un autoblocante reparte la fuerza.
Cuando lo mostró el mes pasado Opel aseguró que no se trataba de un simple concept, sino de un coche de producción. Por desgracia ahora la firma se desdice y deja su paso a la serie en función de la acogida del coche.