Después de haber disfrutado de lo lindo al volante de su primo checo, el Skoda Kodiaq RS, en RevistaScratch tuvimos la oportunidad de probar a fondo la variante de española del segmento SUV de Seat, el Tarraco FR4.
Lo mejor
Partiendo de la misma base (motor, cambio, etc.) que el buque insignia de Skoda, el vehículo español te aporta, lógicamente, las mismas sensaciones de conducción, aunque con un estilo algo más familiar, menos racing.
Tiene aplomo, en carreteras reviradas se comporta con solvencia pese a su longitud y peso, y el motor de gasolina de 245 cv te da la potencia necesaria para superar todos aquellos “obstáculos” que uno se puede ir encontrando mientras circula el día a día. La calidad de acabados en notable, destacando los asientos, que sujetan a la perfección y son preciosos.
En sí mismo, el Tarraco FR4 es un vehículo familiar por excelencia, ya que esta versión probada llevaba además la tercera fila de asientos en el maletero. Pueden viajar cómodamente siete personas, aunque en el proceso, eso sí, perderemos muchísimo espacio de carga para un vehículo que alcanza los 52.427 euros (la unidad probada).
Por mejorar
La comparación con el Kodiaq RS es clara y evidente, respecto al coche checo el de la firma de Martorell padece de ser “algo soso”. Le falta carácter, ese punch que su primo del Grupo VAG es capaz de transmitir con su sola presencia. Digamos que el carácter general del Tarraco FR4 es más sombrío, sin alardes.
No nos acabó de convencer su sistema multimedia, algo que venimos recalcando en diferentes modelos del grupo, así como el diseño del frontal de un Tarraco FR4 que en su máxima versión de potencia no invita a las personas que pasean por la calle a girar sus cabezas para disfrutar de su pase.
Valoración final: 7,5/10
Para gustos, colores, obviamente, pero con el recuerdo todavía muy fresco de la prueba del Kodiaq RS, en RevistaScratch nos quedaríamos con la variante checa de disponer casi medio centenar de miles de euros para invertir en un vehículo SUV de altas capacidades. No lo entendáis malamente, el Seat Tarraco FR4 es un auténtico cochazo, tiene todo lo que un SUV de 7 plazas debe tener con un nivel de acabados de notable alto. Pero le falta garra, alma, personalidad, algo que con el checho a simple vista ya vislumbramos. En definitiva, es un coche familiar para grandes bolsillos, pero, eso sí, una apuesta segura en cuanto a calidad-precio.