Después de quedarnos helados al descubrir el aspecto definitivo del nuevo Subaru WRX, todas nuestras esperanzas quedaban depositadas en la versión STI. Ésta se acaba de presentar en el Salón de Detroit y te lo digo desde ya, cambia poco, muy poco.
En el plano estético el STI hace lo que puede añadiendo el clásico alerón de grandes dimensiones, las llantas de 18 pulgadas y los logos de la versión. Sin duda la opción más sugerente vendrá con una edición de lanzamiento con llantas doradas BBS y el característico color azul Subaru.
Apariencia aparte, lo que debería inclinar la balanza para hacerse con un STI es su motor bóxer de 4 cilindros y 2.5 litros. Es el mismo que el del anterior STI y no el nuevo de 2.0 litros del WRX. Con él la potencia máxima a 6.000 rpm es de 300 CV y el par a 4.000 rpm de 407 Nm.
El resto del conjunto mecánico tampoco presenta novedades. Se mantiene la caja de cambios manual de 6 velocidades y el sistema de tracción total con diferencial central de acoplamiento viscoso. Sin duda los puristas valorarán que todo siga siendo tan ‘de verdad’.
Ayudado por un nuevo chasis más rígido y ligero, el comportamiento del STI mejorará algunos enteros. Las suspensiones y la dirección se han puesto a punto específicamente para esta versión, que viene acompañada de los siempre fiables frenos Brembo.
En el interior apenas hay diferencias respecto al del WRX normal, que dentro de su clasicismo deja un hueco a la modernidad con las 2 pantallas LCD que incorpora en el cuadro y la parte superior de la consola. Algunos acentos en rojo y molduras simulando aluminio ponen la nota de color.
Con la renovación del Mitsubishi EVO todavía en el aire, este WRX STI es de momento el único que mantiene el espíritu de los WRC en la calle.