Esta semana Chris Harris ha escogido un par de coches para su prueba que no por ser unos habituales, dejan de causar admiración. BMW M5 y Nissan GT-R representan de dos formas diferentes lo mejor de ambas casas, y aunque a priori puede que no parezcan rivales naturales, al final ambos son modelos muy a tener en cuenta cuando se quiere un coche de altas prestaciones.
En una prueba más convencional que a lo que nos tiene acostumbrados, DRIVE nos da su visión sobre ambos coches de la mano de Harris. Paseo ‘convencional’ en carretera para ir desgranando sus virtudes y visita final al circuito para dar rienda suelta a sus poderosos motores que, con el suelo mojado, convierten a estos coches en máquinas perfectas de derrape.
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