En apenas 6 meses Volvo ha presentado 3 concepts, un deportivo, un SUV y ahora un shooting brake, con los que nos han desgranado el diseño de sus futuras creaciones. El Concept Estate es el último y al igual que los otros, su aspecto es fantástico.
Después de verlo en tres tipos de coche diferentes, el nuevo lenguaje de diseño de Volvo tiene ya definidos unos patrones muy claros que se reflejan a la perfección también en el Estate. El frontal, muy plano, ancho y alargado, luce los faros con las luces diurnas en forma de T ladeada y es presidido por una dominante parrilla. Detrás, la verticalidad manda, dejando sitio al lucimiento del recorrido que siguen sus pilotos.
Algo también muy característico de todos ellos es la pureza de sus formas. No hay nervios que creen tensiones, pasos de rueda enmarcados o canalizaciones de aire improvisadas, todo es muy fluido y elegante. La única forma que rompe tanta armonía para dar cuerpo al conjunto, es la de sus hombros traseros, que sobresalen respecto al habitáculo.
Ese habitáculo es un espacio enormemente luminoso gracias al techo de cristal y a una acertada combinación de colores en blanco, gris y naranja. Las pantallas digitales, en el cuadro de mandos y el salpicadero, contribuyen a la pureza de líneas, rota únicamente por los 4 asientos de corte deportivo con cinturones que parten del lado contrario al habitual.
Volvo no ha confirmado la fabricación de ninguno de estos tres concepts, pero el Estate sería un más que digno sucesor de los 480 y C30, aportando ese toque de exclusividad y distinción que les falta a otros compactos.