Si pilotar un dron desde nuestro smartphone ya es algo relativamente común, hacer lo propio con nuestro coche era mera cuestión de tiempo. BMW ha sido la primera en hacer algo así (aunque se hace desde la propia llave) y Land Rover, casi a la par, la segunda.
Mientras que en el nuevo Serie 7 esta aplicación se reduce a un mero sistema de aparcamiento automático en el que solo podemos mover el coche unos metros adelante y atrás, en el Range Rover Sport es un verdadero control a distanclia con el que manejamos freno, acelerador y dirección. La única pega es que el sistema de Land Rover todavía se encuentra en fase de desarrollo.
Salvo por eso, es una maravilla. Al igual que en el BMW, está pensado para poder sacar o meter el coche en huecos estrechos en los que sería complicado abrir la puerta, pero esa es solo una de sus aplicaciones.
Al poder controlar acelerador, freno y dirección desde el smartphone (solo hace falta que el coche reconozca la llave en nuestro bolsillo), el sistema resulta ideal para en ciertas situaciones de conducción off road, manejar el coche desde fuera estudiando el terreno por el que pasan las ruedas. Algo que tendremos que hacer con calma, pues la velocidad máxima a la que puede circular con esos controles es de 6,5 km/h.
Junto a esta innovación, Land Rover ha presentado también otra de conducción autónoma que puede resultar muy práctica. Sin necesidad de intervención alguna por parte del conductor, el coche es capaz de realizar un giro completo de 180º, algo muy práctico en ocasiones en las que esta maniobra requiere de muchos movimientos o en las que simplemente, no nos apetece hacerlos.
Si quieres ver el funcionamiento real de estos sistemas, echa un vistazo al vídeo: