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Antonio Félix da Costa se ha coronado campeón del mundo de Fórmula E mientras que su equipo DS Techeetah ha asegurado un año más la corona de constructores tras un doblete en el cuarto ePrix de Berlín, con Jean-Éric Vergne ganando por delante de da Costa. Sébastien Buemi ha finalizado en tercera posición en esta segunda carrera celebrada en el Berlin Tempelhof con el recorrido tradicional.
La carrera comenzó con un golpe de efecto: Maximilian Günther, que salía al final de la parrilla, tropezaba con la rueda trasera del NIO de Oliver Turvey y rompía la suspensión, quedándose fuera de carrera el segundo clasificado en la general (que además le propició una penalización de tres puestos de parrilla para la penúltima prueba del año). Nada más empezar también empezaban a caer las primeras gotas de lluvia, uniéndose a las altas temperaturas.
Los dos DS Techeetah se mantenían delante seguidos de los dos Nissan e.dams, ambos activando el modo ataque. Alex Lynn les seguía con su Mahindra y Sam Bird remontaba puestos por detrás, superando a Stoffel Vandoorne. Da Costa activó el Attack Mode a cambio de perder posiciones, pero con la potencia extra el aspirante al campeonato mostraba su intención de coronarse ganando. Por detrás, René Rast también hacía lo propio, situándose delante de Mitch Evans y su compañero de equipo en Audi Lucas di Grassi.
Da Costa pronto dejaba atrás a los Nissan para después adelantar a Vergne, asumiendo el liderato de la prueba cuando ya se había cumplido la mitad del tiempo de carrera. Por detrás, Jérome d’Ambrosio se pegaba con Rast literalmente por la décima posición mientras que Alex Sims luchaba con James Calado. Nyck de Vries, colocado tras los dos Nissan en quinta posición, activaba el Attack Mode para darles caza y pelear por el podio. Lograba adelantar a Buemi, pero el suizo le devolvió después la jugada. Detrás peleaban Felipe Massa, di Grassi y Evans.
Todo siguió de la misma manera cuando quedaban menos de diez minutos para terminar la carrera. Entonces Vergne adelantó a da Costa, retomando el francés la punta – DS Techeetah estaba además en posición de sentenciar el título de constructores a su favor. Vandoorne lograba adelantar a Edoardo Mortara más atrás, ganando un puesto con su Mercedes, como haría poco después Sam Bird. Detrás del portugués se formaba un tren con Rowland, Buemi y de Vries.
Nissan, en un intento de poner en jaque a DS, ordenaba a Rowland dejar pasar a Buemi ya que este conservaba más energía para atacar a da Costa. No obstante, por un lado los DS no se dejaban atacar y por otro de Vries lograba adelantar a Rowland. Mientras tanto, Massa era alcanzado por Lynn se veía al límite de la zona de puntos en la última vuelta de carrera.
Vergne y da Costa cruzaron la meta primero y segundo, suficiente para que el portugués lograse ser campeón mundial de Fórmula E (el primero que no es ex piloto de Fórmula 1) y DS Techeetah revalidara su título de marcas, habiendo demostrado un dominio claro frente a una competencia muy irregular a lo largo de la temporada (y más aún en la tanda de carreras en Berlín). Buemi acababa tercero por delante de de Vries y Rowland, completando las posiciones de puntos di Grassi, Evans, André Lotterer (de nuevo dándole puntos a Porsche), Lynn y Massa.