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La organización del Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 afirmó el pasado viernes 1 de mayo que la carrera de este año en el circuito de Hungaroring se realizará a puerta cerrada, del mismo modo que el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone. De este modo, la categoría reina se sigue protegiendo de la pandemia global del coronavirus a la vez que trata de retomar la actividad y el flujo económico que genera.
Hungría sería parte de las primeras carreras del calendario reformado de este año dado que durante los meses de julio y agosto, si el covid-19 lo permite, se celebrarán las carreras en suelo europeo. Esto implica a los grandes premios de Austria, Gran Bretaña, Hungría, Bélgica e Italia, antes de pasar a las carreras en Eurasia, Asia, América y el final en el Golfo Pérsico con Bahréin y Abu Dabi.
Ahora bien, en principio Hungría no podrá tener su fecha prevista, el 2 de agosto, dado que el gobierno del país implementó la prohibición de eventos que congregasen a 500 personas o más hasta el 15 de agosto – una medida similar a la que llevó a cabo el gobierno francés hasta mediados de julio y que desembocó en la cancelación del Gran Premio de Francia en Paul Ricard. Aún sin público, un evento de F1, con el personal de la propia F1, personal del circuito, personal médico, FIA y los equipos, requeriría una estimación de unas 1.200 personas según cifras arrojadas por el medio ESPN F1.
Por tanto, cabe la posibilidad de que, por efecto dominó, el retraso de la fecha de Hungría afecte tanto a Bélgica como a Italia, teniendo que compactarse el calendario para que se celebren las carreras europeas y pasar a las de otras partes del mundo. El objetivo de la F1 liderada por Chase Carey es de poder disputar un calendario de entre 15-18 carreras entre julio y diciembre.