La batalla por el título en 2018 había sido entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, el alemán estuvo a un gran nivel durante la primera mitad del calendario e incluso estuvo liderando el Mundial, aunque su competitividad decayó drásticamente a partir del Gran Premio de Italia y no pudo alzar el vuelo de nuevo. Gracias a la caída del tetracampeón, el británico aprovechó todas las oportunidades que le regaló su máximo rival y estuvo por delante de manera consecutiva desde Monza hasta Austin.
Con esta situación en el campeonato, el Autódromo Hermanos Rodríguez había sido el escenario donde Hamilton tuvo la primera oportunidad de la temporada para intentar llevarse su segundo título consecutivo y el cuarto como piloto de Mercedes. En la carrera de México, su objetivo era terminar séptimo o mejor, una posición más que factible a priori, sin embargo, había sufrido con la degradación de los neumáticos, pero logró ver la bandera a cuadros en cuarta plaza.
Gracias a este resultado, el piloto de Mercedes se alzaba con su quinto mundial a falta de dos Grandes Premios para el final. Esta hazaña hizo que igualara al argentino Juan Manuel Fangio en número de campeonatos de pilotos, por lo que el siguiente reto era alcanzar los siete mundiales del Káiser, Michael Schumacher.
Estas fueron las palabras del pentacampeón una vez había finalizado la carrera en territorio mexicano. "Es una sensación muy extraña. Bonno [Peter Bonnington, ingeniero de carrera de Lewis] me había dicho por la radio 'el campeonato no se ganó aquí, se ganó con mucho trabajo duro durante muchas carreras. Estoy agradecido a Petronas, Epson, Bose, a todos los que han formado parte de esto y también a Mercedes. Es una sensación increíble y muy surrealista en este momento".